Este es el Blog de Luis Martinell Gispert-Saúch

El Paralelo 42N, entre las longitudes 2,46E y 3,11E, entre el Gironés y el Empordanet, están los orígenes de mi familia:
Vilabrareig, Corsá, Ullastret,Palafrugell. Mis mejores recuerdos: Calella de Palafrugell, y, en fin, nuestra actual residencia: Llofriu.

El Paralelo 42 lo compartimos con otras muchas ciudades del mundo, entre ellas Ajaccio, capital de Córcega, y Roma.

Este lugar ha sido el origen de mis modestas singladuras, y lugar de inspiración para vivir.

Esté donde esté, siempre escribo desde aquí.

jueves, 24 de mayo de 2012


La manga de los veleros.



Nunca he escrito nada sobre la manga.

Acaso alguna leve referencia, pero lo que se dice tratar el tema, no.

Mi afición a la náutica, mi natural inclinación a observar, y siempre el buen humor, me ha llevado a escribir algunas líneas sobre esloras, bicheros , oficios, sueños, … pero sobre la manga no.

Y es que me da un poco de pereza.

Porque la manga es una dimensión complicada.

Para empezar eslora solo hay una. ( Bueno está la eslora de flotación, la eslora del casco, y la eslora total.) Pero ante un casco sin más, fuera del agua, hay una única eslora aparente. La del casco.

En cambio,  mangas hay más: la manga máxima, la manga en popa, la manga en cada una de las cuadernas… hay infinitas mangas. Una para cada una de las distintas secciones del barco.

Además la manga máxima a veces está en la parte de la regala, y otras veces más abajo.

En estos casos la fabricación del barco debía de hacerse en dos mitades por la imposibilidad de desmoldar.

La manga es una dimensión que limita.
Limita el caber en un amarre. En barcos pequeños limita el transporte normal por carretera… La eslora no tanto.

Y sin embargo la manga es necesaria… entre otras cosas para hacer banda en regatas.

Tengo que reconocer que una vez has diseñado la manga del  lado de babor, la de estribor es fácil porque es simétrica.

En cambio la eslora, cuando has diseñado la mitad de proa, no te sirve nada de lo que has hecho para diseñar la mitad de popa.

La verdad que no sabría por dónde empezar a diseñar un casco de un velero.  Me han dicho que hay programas informáticos para proyectarlos… pues ya está.

Me divertiría más diseñar la cubierta, con su casita bien alta, sus ventanas para ver, su espacio a proa para tumbarse al sol, sus pasillos laterales para ir a proa… Y la bañera, y el puesto del patrón ( bien alto para ver por dónde vas, con tanta caseta y tanta gente tomando el sol).

Y toda la maniobra bien integrada. Los cabos que no rocen con nada. La situación de los winches, las mordazas del piano… etc.  etc.

Todo ello mucho más creativo y doméstico.

Es por estas razones que siempre me ha dado pereza escribir sobre la manga de un velero.

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Antes he hablado del  piano, de visibilidad, y  he mencionado regatas, se me ocurre una idea.

Los tripulantes que quieran regatear, y sean bajitos, que se ofrezcan a los armadores para el piano. Seguro que serán bien recibidos.

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